GRAN LOGIA GENERAL DE ESPAÑA
DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS
I
Los trabajos masónicos se realizan a la Gloria del Gran Arquitecto del Universo y en presencia de las «Tres Grandes Luces»: El Volumen de la Ley Sagrada (la Biblia), la Escuadra y el Compás.
II
La Gran Logia General de España trabaja únicamente en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado (REAA) y lo hace dentro de la regularidad masónica, entendida como el respeto a la tradición y a la espiritualidad que le son propias.
III
La Gran Logia General de España, potencia masónica independiente y soberana, tiene como lema: «Libertad – Igualdad – Fraternidad».
IV
Durante las reuniones que se celebran en nuestras logias está estrictamente prohibido discutir sobre política o religión.
V
La Gran Logia General de España respeta y acata la Constitución española, así como todas las leyes e instituciones que conforman el Estado de Derecho.
VI
La Gran Logia General de España tiene como principal objetivo el perfeccionamiento del individuo y el de la Humanidad. En lo que respecta a otros principios que no sean los anteriormente expuestos, la Gran Logia General de España se referirá a los Antiguos Deberes (Old Charges), en especial, en lo atinente al respeto de las tradiciones de la Francmasonería en cuanto a la práctica fiel y rigurosa del Ritual y del Simbolismo como vías de acceso al contenido iniciático de la Orden.
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Unas notas explicativas
I
Sobre el Gran Arquitecto del Universo: un principio y un símbolo
La Gran Logia General de España proclama, como lo ha hecho la Masonería desde su origen, la existencia de un Principio creador bajo la denominación de «Gran Arquitecto del Universo».
El principio
El Gran Arquitecto del Universo no es para los francmasones de La Gran Logia General de España una definición antropomórfica, teológica o religiosa, sino un Principio que pone de manifiesto su interés por una búsqueda de sentido, fuera de la afirmación de los meros valores intelectuales o éticos, y que abre así la vía a una indagación metafísica y a una construcción espiritual libre, que no se confunde con ninguna confesión religiosa ni entra en competencia con ella. Dicho Principio no es un símbolo vacío de contenido.
Ontológicamente se identifica con la Esencia primera del Ser que subsiste per se, cuya infinita perfección no es comprensible por el sólo raciocinio discursivo, razón por la cual, el lenguaje intuitivo propio del simbolismo facilita al Masón su reflexión metafísica.
El símbolo
Con la constante perspectiva del respeto de la libertad de conciencia, La Gran Logia General de España deja que cada francmasón de su jurisdicción pueda sublimar este Principio en un símbolo elegido por él y al que sea sensible, mediante una definición libremente interpretable en su fuero interno, que puede llegar a ser, si así lo desea, el símbolo trascendente o inmanente de su religión (de forma no exclusiva), pero comprometiéndose a no intentar condicionar la conciencia de los demás miembros para que se unan a su elección.
El altar de los juramentos
Al «Volumen de la Ley Sagrada», «la Escuadra» y «el Compás», se les llama tradicionalmente las «Tres Grandes Luces de la Masonería». Están colocados sobre el «altar de los juramentos» también llamado «ara sacramentorum», y se abren y se cierran simbólicamente al comienzo y al final de los trabajos rituales masónicos para señalar la necesaria, pero temporal ruptura con el mundo profano y la penetración en el mundo de lo sagrado.
Estos símbolos sitúan a los francmasones de La Gran Logia General de España, al prestar juramento, en la triple dimensión de la racionalidad, la espiritualidad y la ética que caracterizan al Rito Escocés Antiguo y Aceptado (REAA).
La importancia del juramento masónico y su carácter sagrado e intangible, quedan así subrayados.
Mediante su asociación (los tres símbolos a la vez) significan también que esta dimensión sagrada no debe ser confundida con lo sagrado de una religión particular, ya que a este Volumen se le considera, en conjunción con la escuadra y el compás, símbolo de una Tradición y no necesariamente de una referencia teológica.
El juramento de un Masón tiene como contenido su vínculo con la virtud, la fraternidad, la verdad, el trabajo, la caridad, la justicia, la magnanimidad, el orden sobre el caos, la humildad… y todo ello, para Gloria del Gran Arquitecto del Universo, única y verdadera Piedra Angular del mundo.
II
Treinta y tres grados
El Rito Escocés Antiguo y Aceptado (REAA), que posee un gran contenido esotérico, es el más extendido en el mundo. Consta de treinta y tres grados mediante los que se alcanza la plenitud iniciática. La Gran Logia General de España trabaja en los tres primeros grados de la masonería universal, llamada también simbólica o azul: Aprendiz, Compañero y Maestro. Los grados 4 a 33, poseen también un profundo carácter iniciático y esotérico, y son administrados por el Supremo Consejo del Rito.
III
Sobre los lemas «Ordo ab chao» y L. I. F.
El lema «Ordo ab Chao» se inspira en la lectura del primer capítulo del Génesis en el que el caos del primer día se trasforma, por la acción de la Palabra Divina, en orden y perfección, proceso al que el hombre está llamado a participar.
La Gran Logia General de España, al igual que otras Grandes Logias y, en particular, la Gran Logia de Francia, manifiesta claramente su vinculación con los valores de Libertad, Igualdad y Fraternidad, en un sentido iniciático.
IV
Sobre las discusiones políticas y confesionales
La Gran Logia General de España y sus Logias consideran que las discusiones políticas o religiosas no pueden formar parte de los trabajos masónicos, si se desea proteger la voluntad de la institución de ser un centro de unión y armonía entre los hombres.
Como es natural, en el mundo profano, cada Hermano de La Gran Logia General de España es libre de participar activamente en la vida política o de asumir compromisos religiosos (y son muchos los que lo hacen), siempre que salvaguarden los principios fundamentales de respeto y libertad de los seres humanos, excluyendo así, por definición, los extremismos políticos o religiosos.
V
Sobre las leyes y el Estado de Derecho
La Gran Logia General de España trabaja en un país democrático y libre, y, por ende, defiende la Constitución Española y las instituciones en ella reguladas.
VI
Sobre la Tradición y los Antiguos Deberes
Esta referencia sitúa a La Gran Logia General de España en el respeto a los principios de la francmasonería tradicional, que no pretende en modo alguno reducirse a una dimensión filosófica, ideológica o religiosa, sino constituir un proceso iniciático en un ámbito determinado de conocimiento que no puede ser asimilado a ninguna otra forma cultural.